Los ancestros reconocían al fuego como un transmutador y liberador del poder de ciertas sustancias.
El fuego hace las cosas más yang, o sea, más activas
que pasivas y libera la esencia de la sustancia.
Por eso es que los ancestros quemaban o fumaban una
variedad de cosas.
El tabaco era una sola de ellas, un estimulante, pero
también había depresores.
Había plantas que se fumaban para afectar diferentes
partes del cuerpo, sanándolas y equilibrándolas.
Había diferentes cosas que se fumaban dependiendo de
las diferentes temporadas y propósitos del año, dependiendo de las necesidades
de la estación.
Generalmente el tabaco constituía sólo de un 5 a un
10% de la mezcla para fumar.
Los espíritus de la naturaleza diseñan plantas nativas
en diferentes partes del mundo para satisfacer las necesidades específicas de
los animales y los seres humanos que habitan en esa área.
Las diferentes tribus hacían uso de diferentes
plantas, dependiendo de lo que crecía localmente y del motivo por el cual se realizaba
determinada ceremonia.
Los chamanes sabían qué plantas usar para las
diferentes estaciones y tipos de ceremonia.
La salvia, de la cual hay más de treinta variedades,
era considerada especialmente útil en los rituales de las mujeres.
Entre otros ingredientes comunes estaban la lavanda,
sassafras, el enebro, la corteza de elderberry, el girasol, la hierba dulce, la
corteza del sauce seco y otras plantas con propiedades capaces de alterar la
conciencia.
En los rituales de preparación, el tabaco y otras
sustancias que utilizaban nuestros ancestros, eran trasformados, purificados y
enaltecidos.
Los chamanes y herboristas que conocían sus poderes y
que sabían cuándo era su mejor momento, los recolectaban con reverencia.
Este toque reverencial ocasionaba algo que hoy en día
está ausente de la recolección mecánica de los campos irreverentemente
sembrados por los trabajadores.
Estas sustancias solían secarse al sol, que es una muy
alta forma de luz, mientras que ahora el tabaco se seca en deshidratadoras.
Al inicio de las ceremonias se utilizaban oraciones e
invocaciones a los espíritus.
Hoy en día no invocamos nada, cuando mucho decimos
“Oh, Dios mío, ¿cómo puedo salir de esto?”
Ninguno de estos ingredientes humanos está presente en
los cigarrillos de hoy en día.
EL USO ADECUADO DEL TABACO
Los nativos norteamericanos estaban intensamente conscientes del uso correcto del tabaco.
Los nativos norteamericanos estaban intensamente conscientes del uso correcto del tabaco.
Era visto como un regalo sagrado del mundo del
espíritu, y fumarlo ritualmente, el hecho de pasar la pipa de un miembro a otro
del grupo, era una forma de comunión sagrada.
Inducía sentimientos de paz y de plenitud y un
equilibrio entre la conciencia individual y la conciencia grupal entre aquellos
que lo compartían.
La frecuencia correcta de uso del tabaco es de una vez
por semana y la hora correcta para utilizarlo es al atardecer.
Extraido de:
TABACO: EL PUENTE ENTRE LOS
CHAKRAS de: D. Cunningham y A. Ramer
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